28/05/2015
mayo 27,
2015 Publicado en: Actualidad, Nacionales
El 15 de
marzo, Nicolás Maduro Moros había convocado una concentración contra el decreto
estadounidense que sanciona a funcionarios venezolanos en ese país. Un día
antes, Yeremy Pernía, estudiante de la Universidad Bolivariana de Venezuela
(UBV) salía de la estación del Metro Capitolio cuando fue interceptado por dos
hombres que lo golpearon fuertemente en el cuerpo y el rostro. Las lesiones
eran evidentes, el ojo izquierdo quedó maltratado, aunque esa no era la primera
agresión. Un año atrás, después de que iniciaran las protestas contra el
gobierno, empezaría el sufrimiento para este joven estudiante de Economía.
El mismo
lapso de tiempo de maltratos es compartido por *Lucy, estudiante de Derecho en
la UBV. Cortarse las venas fue la salida que encontró ante el hostigamiento y
acoso que le propiciaron los agresores en común con su compañero. ¿El delito?
Pensar diferente.
“El
problema explotó un día jueves” relata Lucy , yo no estaba dentro de las
instalaciones. Me mandaron un mensaje informándome que habían pegado mi foto en
el comedor y que no me acercara a la universidad porque me querían linchar. No
fui el día siguiente, sino el lunes y me abordó un ciudadano que se hace pasar
por Reny, pero su nombre real es Freddy Arias. Agarró e incitó a la gente a que
se acercara con mi foto para que me lincharan. Fui agredida por personas
mayores (estudiantes) que me golpeaban en el hombro y la espalda, me gritaban
que me fuera. Me sacó uno de seguridad. Me sentí bastante mal y de ahí entré en
un estado de depresión horrible. Hasta me intenté quitar la vida…” con voz entrecortada y ojos llorosos, pide que
se detenga la grabación.
En el
último año, Yeremy ha sido víctima de agresiones físicas cuatro veces, pero los
insultos, vejámenes y sometimiento al escarnio público, al igual que su
compañera de Derecho, son constantes en ambos casos. En el comedor han pegado
afiches que invitan a reconocerlos (los llaman “gusanos”) y se reúnen a las 12
del mediodía con un micrófono en mano a dar los datos de los “fascistas”.
Revelan su cédula, dirección de habitación e incluso, nombres de sus
familiares.
Una
fuente interna, quien prefirió resguardar su identidad, comenta que “empiezan a
pegar imágenes acosando a profesores y estudiantes, para decir que el
estudiante Yeremy es el responsable. A los panfletos les ponen nombres de
grupos ? aparentemente inventados ? como ‘Restauración Universitaria‘. Cosas
que dicen: ‘los profesores de esta universidad no sirven‘”. Luego, vociferan
que el disidente quiere quemar la casa de estudios y lo asocian al partido
Voluntad Popular (VP).
Leer
reportaje completo en Ecos Resuena
Con este caso, se evidencia, que no existe un respeto a la dignidad humana, al pensar diferente, a la libre expresión y por supuesto se pierden las libertades fundamentales, que no son otra cosa que los principios éticos de la sociedad en su conjunto que entran dentro de las libertades fundamentales del ser humano, del individuo.
ResponderEliminarPerdiendo la autonomía de la persona en lo que se refiere a la facultad de adoptar decisiones, asumiendo la responsabilidad de éstas generando para estos individuos una desventaja o perjuicio por pensar diferentes claramente estipulado en los derechos internacionales relativo a los derechos humanos, tomando en cuenta la vulnerabilidad humana y la integridad personal.
Es increíble el daño que les podemos causar con nuestras acciones a las personas que nos rodean y el nivel de violencia empleado, lo cual es el uso de la fuerza tanto física como psicológica para lograr los objetivos y contra la voluntad del violentado. Esto puede manifestarse de múltiples maneras (por ejemplo, los estímulos nocivos de los que depende) y asociado igualmente, a variadas formas como humillaciones, amenazas, rechazo o agresiones verbales. Una consecuencia puede ser de destrucción a través de lesiones físicas.
ResponderEliminarTodos tenemos derecho a vivir sin ser víctimas de la violencia, a la seguridad, y en una sociedad donde haya respeto mutuo. Parece que no pero realmente es muy frecuente los casos de acoso, sin embargo no se trata de un simple empujón o comentario, se trata de una situación que si no se detiene a tiempo puede provocar severos daños emocionales a la víctima. Desgraciadamente, esta palabra está de moda debido a los innumerables casos de persecución y de agresiones que se están detectando actualmente, y que están llevando a muchas personas a vivir situaciones verdaderamente aterradoras. El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más personas contra otro u otros. La persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.